Somos Mar Alquézar y Rocío Gallardo.
Nos conocimos en la Escuela de Arte de Zaragoza dibujando, compartiendo talleres y proyectos pequeños.
Allí descubrimos que teníamos una forma parecida de mirar el mundo desde la crítica hacia el consumo desmedido, el amor a lo mínimo y encontrar belleza donde casi nadie la ve.
De la amistad a la complicidad creativa.
Aprendimos a complementarnos, a improvisar y a sostenernos en los cambios. De ahí, surgió la necesidad de emprender algo en común.
Hoy, volvemos a la Escuela de Arte de Zaragoza no como alumnas, sino como impulsoras de un labotarorio vivo donde lo manual y lo digital dialogan para abrir y responder preguntas sobre el arte del futuro.
Colaboran con nosotras

Beatriz Zamorano
Nos acompaña en la adaptación didáctica del proyecto.
No buscamos deslumbrar con la tecnología ni aferrarnos a lo nostálgico.
Nuestro proyecto está vivo, es imperfecto y compartido con quien quiera venir a formar parte de un laboratorio colectivo donde lo humano y lo tecnológico se tocan para inventar nuevas formas de crear y de pensar.
No buscamos deslumbrar con la tecnología ni aferrarnos a lo nostálgico.
Nuestro proyecto está vivo, es imperfecto y compartido con quien quiera venir a formar parte de un laboratorio colectivo donde lo humano y lo tecnológico se tocan para inventar nuevas formas de crear y de pensar.






