Somos Mar Alquézar y Rocío Gallardo.

Nos conocimos en la Escuela de Arte de Zaragoza dibujando, compartiendo talleres y proyectos pequeños.

Allí descubrimos que teníamos una forma parecida de mirar el mundo desde la crítica hacia el consumo desmedido, el amor a lo mínimo y encontrar belleza donde casi nadie la ve.

De la amistad a la complicidad creativa.

Aprendimos a complementarnos, a improvisar y a sostenernos en los cambios. De ahí, surgió la necesidad de emprender algo en común.

Hoy, volvemos a la Escuela de Arte de Zaragoza no como alumnas, sino como impulsoras de un labotarorio vivo donde lo manual y lo digital dialogan para abrir y responder preguntas sobre el arte del futuro.

Colaboran con nosotras

Jana
Bersabé

Da forma al branding y a la comunicación del proyecto.

Adrián
Jaime

Fotografía las piezas de la exposición y la vida del proyecto.

Andrea
Cebollada

Se encarga del diseño y montaje de la exposición.

Beatriz
Zamorano

Nos acompaña en la adaptación didáctica del proyecto.

Alejandro
Cortés

Abre el diálogo entre lo audiovisual, la IA y la creatividad.

Carmen
Torrijos

Reflexiona sobre cómo el lenguaje de la IA afecta a la estética.

Natalia
Royo

Conversa sobre materialidad, artesanía y arte en la era digital.

María
del Castillo

Es la facilitadora de nuestro conversatorio.

No buscamos deslumbrar con la tecnología ni aferrarnos a lo nostálgico.

Nuestro proyecto está vivo, es imperfecto y compartido con quien quiera venir a formar parte de un laboratorio colectivo donde lo humano y lo tecnológico se tocan para inventar nuevas formas de crear y de pensar.

No buscamos deslumbrar con la tecnología ni aferrarnos a lo nostálgico.

Nuestro proyecto está vivo, es imperfecto y compartido con quien quiera venir a formar parte de un laboratorio colectivo donde lo humano y lo tecnológico se tocan para inventar nuevas formas de crear y de pensar.